La Conferencia de NNUU de Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Rio de Janeiro en 1992, fue un nuevo impulso al derecho internacional ambiental y el paso decisivo en el concepto de “desarrollo sostenible”. Fue bautizada como la “Cumbre de la Tierra”, se ratificaron un buen número de instrumentos internacionales, algunos de los cuales han sido desarrollados en años posteriores.
En la Declaración se empieza a hablar del derecho al desarrollo, de la necesidad de que la protección ambiental sea parte integrante del mismo y de las responsabilidades comunes. Entre los principios, destacan el relacionado con la participación ciudadana en la sostenibilidad, el que reafirma el “Principio de precaución” y el que recoge el criterio de “Quien contamina paga”.
La Agenda 21 se aprobó también en la Cumbre de la Tierra, como un programa de acción que los Estados deben llevar a cabo para transformar el modelo de desarrollo actual. Por último, se promueven numerosos convenios internacionales, como sobre Biodiversidad (para la conservación de la diversidad biológica), lucha contra la desertificación o el cambio climático (orientado a lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero).
Fuente: http://www.revistaesposible.org